Prologo. (a mejorar)

“Maldicion” – Pensó el Doctor Bathory – “Nunca podré abrir esta asquerosa puerta”.

La “puerta”. Hecha de un material que Bathory no podía comprender, era la unica abertura de la Caja. Luego del décimo intento, Bathory suspiró resignado, sentándose sin saber que más hacer. Hacía semanas que trabajaba con esa extraña caja. Solo porque él se lo había pedido.

Él. Ese sujeto tan despreciable… Cuando lo miraba le recordaba de algún modo a una serpiente. Tenia ojos amenazadores y caminaba de una forma tan extraña que daba la sensación de ser una serpiente arrastrándose por la calle. Por alguna razón, le temía. Era la clásica persona que su madre llamaría “Persona Peligrosa”. “PP” solía decir, cuando vivía. Volvió a mirar la foto de ella. Parecía tan joven y alegre… Aun no podía tirar aquella foto, y cada vez que la miraba volvía la inolvidable punzada de dolor.

“Ya no más, la Caja es mas importante” Pensó.

Mientras Bathory giraba para agarrar la caja se quedó inmóvil.

“Estoy seguro que la caja estaba más cerca.” Guiado por instinto y volvió a girar su cabeza dirigiéndola hacia la foto. La foto estaba intacta… No, no lo estaba, tenía una especie de mancha negra. Incapaz de retirar la mirada de la foto, atinó a limpiarla con su camisa, pero la mancha… Ya no estaba.

Fue en ese exacto momento que a Bathory se le ocurrió pensar que la mancha era un reflejo. Y que había alguien detrás de él. Maldiciendo su idiotez y falta de reacción, se dispuso a gritar.

Lamentablemente antes que lo lograra, dos poderosos brazos lo atraparon y lo tiraron al suelo. Entonces el sujeto de negro mostró un arma.

“La Espada Ceremonial, ¿Acaso tan importante soy?” – Dijo Bathory. Preso de una desesperación que ni él mismo hubiera esperado.

“No Doctor, Usted no. Pero está señalado. Usted encontró la Caja. Por ende usted es el protector de esta.” Y sin más, el sujeto lo golpeó con el mango.

Sin esfuerzo, subió el cuerpo inerte a la terraza. Levantó la espada y atravesó al doctor con ella.

El sujeto de negro volvió feliz. Después de todo lo había logrado sin mucho esfuerzo. Miró el reloj. Tendría tiempo para llegar al Cuartel sin problemas. Solo fue, una muerte más. Un solo pasó más para llegar al objetivo.

“He hecho cosas peores por esto. No es tiempo de tirarse atrás.”